Ni la vergonzosa actuación del Ministerio del Interior y de las fuerzas policiales, que han establecido severos controles en las carreteras de acceso a la capital para entorpecer en todo lo posible la llegada de manifestantes, ni la campaña de miedo y descalificación lanzada desde las filas del Partido Popular y del gobierno han conseguido frenar la que ya es una de las más importantes movilizaciones de los últimos años. Una movilización que no acaba hoy, porque las Marchas han venido para quedarse en Madrid.
La
Guardia Civil inicia los cacheos a los manifestantes a 40 kilómetros de Madrid
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